Los cofrades tenían ganas de vivir una nueva Semana Santa y disfrutar después de que el año pasado fuera una semana a medias con sólo cuatro de los ocho días completos al librarse de la lluvia. Ayer, pese a que las previsiones anunciaban chaparrones y que por la tarde-noche las nubes amenazaban lluvia, todo fue posible y la jornada se desarrolló completa con las cinco cofradías del día haciendo su estación de penitencia y haciendo que los cofrades disfrutaran del Domingo de Ramos, el día de la ilusión del estreno.
Este año, además, estrenando horarios y nuevas tribunas en Pasiegas. El primer cambio fue bueno ya que permitió adelantar las salidas, el paso por carrera oficial y terminar todo antes, dado que hoy es jornada laboral y la semana es muy larga. El segundo cambio resultó regular. Mientras que la nueva orientación de la rampa fue del agrado de todos, la nueva disposición de las tribunas generó quejas entre los abonados por la falta de visión, algo que la Federación intentará solucionar estos días.
La primera de la Semana Santa, la 'Borriquilla', volvió a generar una gran expectación en su salida y volvió a no defraudar. El paso de misterio es una belleza estética con sus figuras y la impronta que la talla está ganando con el dorado y el paso de la Virgen de la Paz, con rosa blanca muy bien exornado, dejó nuevamente un ejemplo del buen andar costalero que consigue el capataz Alberto Ortega en sus pasos. El estreno del día se adelantó este año a las cuatro de la tarde, un cambio acertado que permitió a la hermandad volver antes y contar en sus filas con más cortejo hasta el final, ya que gran parte de los que salen son niños y jóvenes.
Después, en muy poco espacio de tiempo, salieron el resto de las hermandades del día. En primer lugar la de Jesús Cautivo. Le siguieron las Maravillas, Despojado y Santa Cena para completar la terna de la jornada del domingo.
La cofradía de Jesús Cautivo dejó en las calles la esencia conventual del clasicismo y la sencillez del Cristo con túnica blanca de Granada que se pudo ver además sin potencias ya que en una 'levantá' en la calle San Jerónimo se desprendieron dos y las retiraron definitivamente. Detrás, la Virgen de la Encarnación, una advocación muy querida en la ciudad.
Desde San Pedro la hermandad de las Maravillas completó su estación de penitencia con el cortejo tan elegante que les caracteriza y la sobriedad del palio de cajón con una imagen muy bien vestida por Francisco Garví.
El barrio del Realejo comenzó la semana con su primera representación, la de la cofradía de la Santa Cena, que puso en la calle al impresionante e imponente misterio de Espinosa Cuadros con el nuevo paso que está tallando Francisco Pineda. Este año como novedad se cambió el iris morado por dendrobium morado, que le dio otra impronta al paso.
Desde el Barrio Fígares la cofradía del Despojado volvió a salir por las calles de Granada después de su participación en agosto en la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid. Una cofradía que roza la perfección y que es todo un ejemplo en cortejo, presentación y andar por las calles de la ciudad.
Granada Hoy
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