El 13 de mayo de 1989, el Cabildo General de la Hermandad, reunido en sesión extraordinaria para dotar de unas Constituciones a la misma, acordó por aclamación incluir como Titular de la Corporación a Nuestra Madre y Señora de la Consolación, advocación estrechamente ligada a las Órdenes Agustina y Franciscana, por ser Patrona de la primera y por haber existido en el Convento Casa Grande de la segunda, en Granada, donde una Hermandad la veneraba como Titular.
La Hermandad del Cristo de San Agustín comenzó a partir de entonces a rendir culto a una antigua imagen de Dolorosa de la Escuela Granadina, del siglo XVII, propiedad de la Comunidad de Religiosas Clarisas del Santo Ángel Custodio, pero dados los problemas de restauración que planteaba la imagen, el Cabildo decide sustituirla por una de nueva factura, que se encargaría al imaginero hispalense D. Antonio Joaquín Dubé de Luque, quien ya contaba en su haber escultórico en Granada con la realización de las imágenes de Nuestra Señora de la Paz (1974), María Santísima de la Estrella (1980), María Santísima de la Encarnación (1981), Jesús Cautivo (1982) y Jesús de la Pasión (1984); firmándose el contrato el día 16 de mayo de 1990, en Sevilla.
Una vez finalizada la imagen, un numeroso grupo de hermanos se trasladan a Sevilla para acompañar a la Virgen a nuestra Ciudad, donde una Comunidad de Clausura la esperaba ansiosa y anhelante; esto sucedía el 25 de noviembre de 1990, llegando la Virgen al Monasterio del Santo Ángel Custodio ya en la madrugada del día siguiente, siendo recibida por la Comunidad en pleno con repique de campanas y el canto de la Salve.
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